2.0
cuando la lluvia cae sobre tu piel, sientes como tu vida cambia.
lunes, 4 de abril de 2011
En otro cuerpo.
jueves, 23 de diciembre de 2010
Transformación.
Segundo Capítulo:
La tormenta había durado casi cuatro horas. Se había detenido aproximadamente a las dos de la mañana, cuando Alice se despertó de golpe, asustada por sus síntomas, su cuerpo ardía, como si estuviera en un horno a la mayor temperatura. Su respiración empezaba a agitarse, sus ojos empezaban a derramar lágrimas de dolor y cuando no puedo más echo un chillido feroz, sus padres, alarmados, entraron a la habitación de su hija, su padre con un bate en manos como arma de defensa y su madre con un zapato. El corazón de Alice latía con menos frecuencia de lo normal… El dolor provocado en su cuerpo hizo no que resistiera mucho.
Sus preocupados padres llamaron a emergencias, creían que estaban tomando mal el pulso, o eso ellos querían pensar… Porque no deseaban que por su mente pasara que su hija menor había muerto. Por otro lado, en el cuarto de Simón, su garganta ardía también, la sed que tenia hacia que se desesperara. Rodeaba su garganta con su enorme mano, clavándose las uñas. El ardor se esparcía, bajaba por su pecho e invadía por completo su cuerpo. Escuchaba, en la habitación de al lado, a sus padres, desesperados por que la ambulancia llegara… Como pudo se levanto de su cama y fue hacia la habitación de su hermana.
-¿papá?- dijo en voz quebrada.
-¡Simón!- exclamó el padre de los hermanos.- tu… tu hermana no respira… -repetía el preocupado padre.
-¿No respira?... –sus ojos se abrieron de par en par- ¡No puede ser!... No, ¿Qué quieres decir? –Se lanzo a un lado de la cama de su hermana- ¡Maldición! ¿¡Llamaron a una ambulancia!?- tomo la pequeña mano de su hermana, pero al instante una pequeña descarga eléctrica los separó. Simón miro su mano, extrañado por la reacción. El tacto con la mano de su hermana le repugnaba de extraña manera, como si sus pieles no se llevaran bien.
-Hace veinte minutos que llamé a la ambulancia- contesto su angustiado padre, consolando en sus brazos a su destrozada esposa.
La ambulancia llego luego de diez minutos, la tormenta había causado grandes desastres en la ciudad, árboles caídos, calles inundadas, trafico.
Se llevaron rápidamente a Alice, se creía que había una esperanza, aunque sus pulsaciones eran débiles, podían hacer algo. Simón aun se sentía extraño, había olvidado su sed, pero luego volvió. Necesitaba tomar algo, satisfacer esa extraña sed que le había quitado el sueño. No sabia a donde ir en aquel hospital, su nariz percataba un olor, un olor que le pareció exquisito… Lo siguió, hasta llegar a una habitación con un hombre acostado en su cama. Trago forzosamente saliva y entro al deprimente cuarto, donde al final, a un lado de la cama había una bolsa de sangre. Su mente empezaba a formular preguntas que aun no tenían la respuesta, tenia respuestas, pero no eran lógicas a la situación: ¿Qué hacia mirando una bolsa de sangre A+? ¿Por qué sentía esa necesidad de robarla como si fuera una bolsa de dinero? ¿Por qué sentía que si tomaba aquella bolsa esa extraña sed se iría? … ¿Por qué le apetecía esa sangre? Miró hacia atrás, percatándose de que ninguna enfermera entrara. Fue bajando del gancho la pequeña bolsa transparente que dejaba contemplar la sangre, cuando el paciente despertó.
-¡Hey! ¿Qué haces?- le susurro.
Simón no supo que hacer más que brincar a su cuello y morderlo. Extraña forma de reaccionar, pero nada de esa noche era normal. Sus dientes afilados succionaban la sangre del cuello del hombre. Su boca, su cuello, y su rostro estaban llenos de sangre, por todas partes había sangre, hasta en sus manos. Tomó rápidamente una toalla que yacía a un lado de la puerta, se limpio en ella lo más que pudo y salió corriendo a una gran velocidad.
Esa noche era luna llena, ¿conocen la leyenda cierto? Los hombres lobo salen en luna llena. Esta era la primera noche de hombre lobo de Walter. Su transformación fue menos dolorosa que la de Alice o Simón. Él sabia de las cosas que estaban pasando en el edificio que cayó la tarde de ayer. Había estado leyendo los proyectos que los compañeros de su padre tenían, podría decirse que él sabia que hacer, como actuar y que pensar. Por más anormal que parezca, él sabía de los síntomas y transformaciones que esta formula tenía.
Las enormes patas de Walter corrían a gran velocidad por el techo de los edificios, saltando cada edificio sin dejar que lo vieran.
Las rosas del jardín de la alcaldía las habían arreglado en la mañana, pues la ceremonia de aniversario se acercaba. No duró ni 10 minutos cuando ya todas las rosas estaban fuera de lugar y la tierra estuviera toda destruida.
El castigo que les habían puesto a los "mal portados" era: adornar el colegio COMPLETO para la ceremonia de aniversario, que de alguna forma, para el director, era el castigo perfecto, ya que era Sábado.
Solo había llegado Damon, pues había sido despertado por las quejas de su pequeño perro Sami. Le había estado regañando porque su plato no tenía comida y porque su cama estaba sucia. ¿Cómo lo sabia? El perro se lo había dicho, con palabras. ¿Cómo le entendía? Se podría decir que la capacidad que le fue otorgada a Damon era comunicarse con animales, ¿Cómo un tipo tan rudo y macho como Damon le había tocado este dote? Todos tienen sus enseñanzas, por más extrañas que sean.
En realidad, los seis habían tenido experiencias fuera de lo normal. Natalia, la más pequeña, había quemado la casa de su padrastro, con el dentro. No lograban llevarse bien, y esa noche la había hecho enojar, ella tiro la puerta de entrada y al mismo tiempo una flama enorme de su mano derecha, quemando todo el lugar.
Ambar, había soñando con su madre, no era nada extraño. Pero verla, y que le hablara si era de otro mundo. Era una costumbre para esta chica, levantarse temprano e ir al cementerio del pueblo a ver a su difunta madre. De la tumba, el espíritu de ella cobro vida y hablo con Ambar.
En conclusión todos habían tenido una noche diferente. La lluvia que les cayo se convino con sus sistemas nerviosos, haciendo cambios en ellos.
lunes, 6 de diciembre de 2010
la tormenta.
Primer Capítulo:
El laboratorio se encontraba lleno de los mejores científicos de la ciudad. Habían estado planeando un escuadrón de súper personas con capacidades súper dotadas como: la súper fuerza, súper velocidad y con sus seis sentidos mucho más desarrollados. Las pruebas empezarían esa misma tarde, había un montón de personas aspirando por aquel proyecto que estaba merodeando desde hace un tiempo por la ciudad.
-Bien, cientos de personas han pagado millones de dólares por esto- decía entusiasmado Bouchert.- así que les propondré algo, chicos.
-¿Qué cosa Cristóbal? – le preguntaron sus compañeros.
-Este proyecto está constatado por muchas capacidades, ¿correcto?- se encaminó a la computadora central.
-Si- respondieron.
-¿Qué les parece agregarle la inmortalidad?- sonreía el inspirado científico.
Todos sus compañeros se miraron, considerando la posible idea. Héctor Gilmort, el jefe de aquellos científicos, pensaba en aceptar la propuesta hecho por Bouchert. Pero antes, Brandom Hiler intervino…
-Discúlpenme, colegas- anunció Hiler- Si me permiten, quisiera primero dar mi opinión.
-Adelante- le concedió Gilmort.
-Agregar la inmortalidad a la formula de súper capacidad ya seria sobre recargar a la capacidad normal de un ser humano.
-Brandom- se sorprendió su fiel amigo Cristóbal- para esto es que creamos esta formula, para fortalecer al ser humano.
-Lo que tarto de decirte, Cristóbal es que… -Se dirigió a un lado de su compañero- si inyectamos esta formula a una persona, en lugar de darle la vida eterna, le estaríamos quitando la vida de un solo alón… Vean. –Tomo un pequeño control y se encendió la pantalla más grande, del cual apareció la silueta de una persona, con los seis sentidos sobre salientes con colores.- Con la formula que hemos creado quitaríamos capacidad normal de un humano, es decir, esta formula quitaría la capacidad que un humano normal no tiene, ya que no estamos acostumbrados a tanto poder… Agregándole la inmortalidad estaríamos sobre cargando más a las personas.
-Entonces… ¿Usted esta en contra del proyecto?- pregunto interesado Gilmort.
-No, pues, desde luego estuve apoyando a mi buen amigo- palmeó el hombro de su amigo- Pero creo que esto ya ha llegado un poco lejos, y considerando que solo pocas personas obtendrán estas capacidades el resto del pueblo se sentirá discriminado y querrán revelarse.
-Brandom…- Susurro Cristóbal- ¿Qué estas haciendo?
-Lo siento hermano, pero es un enorme riesgo para el país- bajo la cabeza.
-¡Sabes que este es mi sueño!
-¡Lo sé perfectamente! Pero si tenemos otra demanda más podríamos llegar a la cárcel por no tener los fondos para pagar la multa.
-¡Claro que sí!- Contestó rápidamente Bouchert- ¿Sabes cuantas personas han pagado por esto? ¡Cientos de ellos!
-Si, pero tienes que entender que no todos tendrán ese poder.
Su amigo lo quedó mirando, lo desconocía, no podía creer que su mejor amigo lo había traicionado.
La campana estaba por sonar, era viernes, todos morían por salir de la escuela. A la última hora habían estado planeando que al sonar la campana papeles volarían por encima del edificio, provocando un gran escándalo.
-Recuerden llamar a los que culparemos- decía uno de los delincuentes.
-¿Sabes quienes son?- pregunto un segundo.
-Walter Kindman, Alice y Simón Richardson, Ambar Lound, Natalia Da Silva y Damon Mansen.
-Perfecto, quedan 40 minutos… Apresúrense.- ordenó.
Los tres chicos dieron inicio a su plan, pero las preguntas empezaron a crearse… ¿Qué sucedía con estos chicos? ¿Por qué contra aquellos mencionados? Ni siquiera se conocían, la mayoría de ellos estudiaban en años diferentes.
La llamada fue realizada para los que estaban en la mira.
Fueron convocados en el salón de próceres donde una persona los estaría esperando. Los primeros en llegar fueron los hermanos Richardson, seguidos por Ambar y los demás.
-¿Alguien sabe por qué nos llamaron?- pregunto Simón
Solo se limitaron a negar con la cabeza.
Pasaron dos minutos cuando un pequeño trozo de papel cayo en los pies de Natalia, diciendo: “Les pedimos que suban a la azotea” Lo leyó en voz alta, todos se miraron con la misma intriga.
Todos subieron. Su sorpresa fue tal, que Simón se echó a reír.
-¿Qué demonios sucede?- pregunto Walter- ¿Tommy? ¿Qué rayos estas haciendo?
Tommy; el líder de este plan, era conocido por Walter. En el suelo, se encontraban cuatro mochilas repletas de papeles.
-¿Para esto nos llamaron?- reclamaba Damon, furioso por haberlo sacado de sus clases de deporte.
-Justamente a las tres y cuarenta el timbre sonará y estos papeles saldrán volando, el director los verá y los castigará –echó un intento de risa malvada.
-¿Y qué tenemos que ver nosotros?- pregunto de nuevo Damon.
-Verán… -caminó hacia la puerta de salida- sus padres y madres han estado invirtiendo dinero por un estúpido proyecto que mi padre ha estado planeando…
-¿Qué tiene que ver eso con esto?- pregunto Ambar.
-¡Ese plan es un fracaso! Mi padre ha estado comportándose de manera muy extraña desde que tengo uso de razón…
-Entiendo por lo que estas pasando Tommy… -Dijo Walter- pero esto no resolverá nada. No comprendo por qué quieres culparnos de algo que no tiene sentido, como lanzar papeles.
-¡Silencio! No solo lanzare simples papeles, si no, papeles con fuego- de su bolsillo trasero saco un encendedor. Los chicos se alarmaron, ahora si era un asunto grave, no solo por los papeles, si no que el chico, Tommy, no estaba bien de la cabeza.
Aun las relaciones no cuadraban de ningún modo, Tommy tenia resentimiento por los padres de los chicos por estar pagando cientos de dólares por el proyecto que tanta gente quería.
Los científicos seguían discutiendo, muchos estaban de acuerdo con Hiler, pero la otra parte estaba del lado de Bouchert.
Gilmort aun no se desidia si aceptar la idea de la vida eterna, pero a la vez estaría alterando el ciclo de la vida, sin mencionar lo que Hiler había dicho.
Bouchert se hartó de debatir y se propuso, aunque nadie quisiera, agregarle la formula de la vida eterna.
Lucharon con el, intentándolo hacerlo recapacitar, ya era tarde… Bouchert abrió la cámara de transformación e introdujo en ella lo que el llama “Ayuda contra la muerte” era la unión de cientos y cientos de pequeñas moléculas que formaban un líquido. La máquina reacciono rápidamente a la formula desconocida, empezando a sobre cargarse de información.
Los chicos se encontraban en la dirección del Director principal, los habían encontrado bajando por las escaleras de la azotea, clara pista de que ellos fueron los culpables.
-¿Fuego? ¿Es en serio?- decía el directos, caminando de un lado a otro.
-Pero señor…- Intervino Alice.
-Déjeme terminar- levanto su dedo índice como señal de que hiciera silencio.-… ¿Entienden que alguien pudo salir herido?
-Tiene que creernos, nosotros no fuimos.- Intervino Walter
-¿Señor Kindman?- se volvió para mirarlo.- me sorprende que usted este en esta clase de cosas. A su padre no le gustará esto.
-El sí me creería.
-¡Tengan claro esto jóvenes!- colocó sus manos con fuerza contra su escritorio haciendo un fuerte ruido de enojo- nadie se ha salvado de mis castigos, sin excepción alguna, cada uno merece un castigo ¿Me entienden?
Los seis chicos no sentían ni un poco de miedo, aunque fuera su primera vez en aquella rara oficina. Sabían que el Director Hollister era el director más tonto de la ciudad, el cree que nadie se le escapa, pero la verdad es que no se da cuenta cuando evitan los castigos.
El transformador estaba por explotar, las personas evacuaron con rapidez el edifico. Bouchert no podía creerlo, su proyecto estaba por deshacerse.
-¡Cristóbal!- gritaba Brandom- ¡Salgamos de aquí!
-¡¡No!!- No puedo dejar que esto explote- oprimía botones para detener la maquina.
-¡Vámonos!- lo tomo del brazo y lo aló.
-¡Te he dicho que no!- Se soltó bruscamente.
-No quiero perderte, eres mi hermano…
-Lo siento- de los ojos azules de Cristóbal salían lagrimas- Pero si esto explota, también yo. Es mi sueño y si va a morir, moriré con el ¡Vete tu! ¡Sálvate!
-No puedo dejarte
Bouchert no quería dejar morir su sueño que empezó hace diez y seis años… Le pidió a Brandom que por favor cuidara a su hijo, Tommy. Y que le dijera que sentía no haber sido un buen padre.
Brandom salió a tiempo del edificio, todos sus amigos preguntaron por Cristóbal, Hiler no sabia que decir… Estaba por perder a su mejor amigo.
De la zona más alta de aquel edificio explotó un rayo que se dirigió a las nubes, provocando que en ellas se formara una tormenta que en pocos minutos caería sobre la ciudad.
Todos estaban refugiados, porque habían notado la magnitud de la tormenta que se acercaba, todos menos los seis chicos que salían de su escuela a tardes horas.
Aquellas grandes gotas empezaron a caer a toda velocidad del cielo, estrellándose contra los cuerpos de los chicos que se encaminaban a sus respectivas casas.
martes, 16 de noviembre de 2010
friends
Cuando eras pequeño y considerabas al primer niño como tu mejor amigo, los juegos eran mucho más divertidos, reias, peleabas, pero volvias a reir. ¿Ahora? Peleas, y se queda así, crees que tu amistad es fuerte, que nada pude detenerla, que es para siempre, ¿y que es lo primero que pasa? por una simple pelea todo se destruye. Duele, duele mucho, es casi imposible de creer, pero con la costumbre las cosas pasan, pero en tu mente aun sigue ese recuerdo, como si tu amigo aun lo sigue siendo.
Un niño pequeño considera que los amigos son para siempre, un persona mayor considera que un amigo esta para ti por interes, un adolescente cree y puede jurar que sus amigos estan para el, para llorar y reir, pero no, estas para tu amigo, pero el no esta para ti. ¿Entonces hacia donde vamos? Un amigo real es aquel que llora y rie contigo, no de ti. Un amigo verdadero te aconseja, sabe lo que es mejor y te ayuda a superar tus problemas. Un amigo de verdad se alegra por tus triunfos, no te desea la muerte por envidia. Un amigo te considera un hermano...